A
N Á L I S I S
Experiencias
con portafolios físico o electrónico
Este
análisis hace crecer la expectación en relación a este curso, el recapitular
experiencias, es una forma de enriquecer el trabajo diario. Ya sea para
reafirmar lo que se conoce y practica, como para ponerlo en tela de juicio y
revisar si en realidad viene a ser la
mejor opción.
Al realizar la lectura (Portafolio Electrónico: Posibilidades para los docentes Nº 32 Marzo 2008 pp. 21- 3419) Mª Paz Prendes Espinosa pazprend@um.es Mª del Mar Sánchez Vera mmarsanchez@um.es Universidad de Murcia (España). Se abre el panorama en aspectos que en
mi practica docente diaria se han visto reflejados.
Permite
reconocer que el portafolio es una herramienta que ayuda a obtener las pruebas
de que se ha alcanzado un aprendizaje, que servirá para enriquecer o desarrollar
competencias, no solo al alumno sino al docente también. Aunque más que
herramienta me agrada pensar en el
portafolio como un “fundamento”, porque
eso resultó ser para mí en el progreso de la práctica profesional.
Elaborar
un análisis de mi experiencia aunque he pensado en ello, nunca se ha realizado
por escrito, en primer lugar mi práctica no es muy extensa, cuando realicé mi
primer e-portafolio electrónico fue un poco frustrante principalmente porque no
terminaba de entender cuál es la diferencia entre una presentación en
diapositivas o powerpoint al portafolio, y en segundo lugar las TIC son un
verdadero reto a mi vida. En
tercer lugar inicié el uso de portafolio como un requisito solamente, se le dio
el sentido estricto de un instrumento para recopilar trabajos de mis alumnos y
tener una evidencia tanto de su trabajo, como del trabajo docente. Pero como lo indica la lectura encomendada “la utilidad del e-portafolio es diversa”. “…en educación el portafolio adquiere
otra dimensión, no se limita a la mera recopilación de trabajos, sino que
incluye una narrativa reflexiva que permite la comprensión del proceso de
enseñanza o de aprendizaje, según el caso, y además puede facilitar la
evaluación.” p.21
Durante
los estudios en la normal algunos maestros señalaban que al inicio solo estábamos
conociendo la teoría, pero la práctica no era tan sencilla como leer. ¡La teoría que conozcas será tu guía para
transformar!
Y
así fue, la necesidad de mis alumnos me llevó a descubrir algunos aspectos que
me impulsaron a determinar acciones, a buscar información, a reflexionar en los
objetivos y los medios, pero nunca en ¿qué es un portafolio?, ¿cómo se hace?, ¿cuándo?..
etc. creo que jamás pensé en eso, lo inicié porque: 1) con el conocimiento
básico, 2) porque es un requerimiento y 3) con la idea fija de tener evidencias.
Más
al ir recopilando diferentes actividades y trabajos, de manera inherente sabemos
que es necesaria la comprobación de la actividad planteada. Pero esto solamente era una revisión de los
trabajos impuestos, al iniciar la revisión y observar que hay adelantos en
algunos de los alumnos y en otros no, se empieza a reflexionar sobre que se
está haciendo bien y que no, a la vez se inicia la evaluación y se empieza a
analizar qué significan ciertos aspectos, qué tanto esfuerzo realizó el alumno,
cómo será más significativo su aprendizaje, etc. Por lo tanto, se tiene que determinar
entonces cual es la mejor manera de impulsar su aprendizaje y se reestructuran actividades, se agregan o
modifican se hacen adecuaciones y así, este proceso, permitió llegar a una
inevitable autoevaluación, a redescubrir
procesos de construcción del conocimiento en mí y para los alumnos.
Reconozco
que al inicio la revisión del portafolios físico no era una evaluación tal
cual, real o completa y menos si
consideramos que mi tarea como maestra de aprendizaje en el área de USAER no involucra una evaluación
cuantitativa. Sino más bien cualitativa,
considerando las necesidades educativas, las aportaciones, actividades,
actitudes, esfuerzo, constancia, avances…, aspectos inherentes al desarrollo
integral de cada alumno.
Comentaba
que al inicio solo fue una recopilación de evidencias, mi primer experiencia en la elaboración de portafolios
físico fue un tanto negativa se llevaban su portafolio para guardar sus
evidencias, al fin del ciclo o cuando fueron necesarias, resultó que la mayoría
no tenía trabajos, o tenía uno que otro, sucios, rotos, maltratados. Fue necesario cambiar de táctica, ahora
consistió en que, con el apoyo de algunas madres de familia y cada uno de los
alumnos, se realizó la elaboración física de un portafolio. Las hicimos con
cajas de cereal, las que forramos con telas llamativas para los niños, algunas
con plástico con decoraciones infantiles para que fuese más resistente y
significativo para ellos, cada uno escogió su material, ya forrado le
integramos un cinturón de poliéster para que fuese como un portafolios, ¡Listo, quedaron hermosos! Ahora a
llenarlos con recortes, rasgado, escritura, ejercicios y fotos pero ahora “idea
genial” se quedaría en el cubículo. Así que a trabajar con la mitad de espacio
que se tenía antes, en realidad fue positiva la idea y el resultado pero en
este caso, lo que menos tiene el área de USAER
y en esta zona rural es
espacio.
Ante
la novedad del material algunos alumnos querían tener el control de su maletín
o portafolio, uno que otro alumno pedía sus trabajos de escritura primero para
ponerlo en su archivo y después realizar las demás actividades, así que según
sus gustos e interese el portafolio se convirtió de ser un recipiente donde se
metían solo trabajos en algo más propositivo. Así que terminó siendo como un
archivero donde agregamos un folder con ejercicios de maduración, otro folder
con lecturas y actividades de escritura, actividades que estimulen su
creatividad, otro con números y operaciones básicas y también el folder inicial
donde se guardaban las evidencias.
Entonces como parte del desarrollo de sus habilidades empezaron escoger
que actividad querían realizar primero, la regla fue entonces, realizar actividades
de español y matemáticas y después escoger una actividad o dos según el tiempo
restante, lo pueden realizar en el orden que ellos elegían y poco a poco
algunos de ellos, no todos, fueron dirigiendo su aprendizaje. El trabajo se
hizo más dinámico, y al mismo tiempo más exigente, debía estar en sus
portafolios nuevas actividades para que ellos desarrollaran, pero a la vez y poco a poco fue más
organizado, orientador, adecuado a la necesidad individual, al final y en ese
momento no sabía si era una mezcla, un archivero o un portafolios, se logró
redirigir la actividad y sacar un mayor y significativo aprendizaje.
La
experiencia me dio evidencia de que el portafolio sirve para mostrar los
procesos de aprendizaje-enseñanza.
Ahora
no es solo la caja donde meter trabajos, ni las nuevas tecnologías son cosas
novedosas, en mi experiencia se convierten en parte del fundamento, de mis herramientas a echar mano
para lograr esos cambios significativos y renovar mi metodología y la concepción de mi labor docente. Es momento de apropiarme de las TIC y crecer en el uso de herramientas
digitales y de las múltiples expectativas que brindan los portafolios
electrónicos.